Venezuela, como se esperaba, terminó dominando este miércoles buena parte del primer día de la visita del presidente de Colombia, Iván Duque, a Washington.
Desde que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, recibió al jefe de Estado colombiano en la Casa Blanca, a eso de las 12 del día, el énfasis estuvo en la crisis por la que atraviesa el país vecino, un tema que obsesiona al republicano y en el que hay gran coincidencia con el gobierno de Duque.
“Somos muy buenos aliados y trabajamos en muchas cosas como erradicación de drogas, Venezuela y comercio. Pero la mayor parte del tiempo lo dedicaremos a discutir sobre Venezuela porque este país está en una espiral y es muy triste porque está muy cerca de nosotros”, dijo Trump en sus palabras introductorias una vez sentados en la oficina oval.
En el cruce de preguntas con los periodistas que asistieron, el mandatario de Estados Unidos volvió a insistir en que todas las opciones, incluida la militar, estaban sobre la mesa. Pero evadió dar respuestas cuando se le preguntó de manera específica si estaba considerando enviar tropas a Colombia. “Yo de eso no hablo. Ya veremos”, dijo el mandatario, quien suele usar este tipo de respuestas ambiguas para mantener la expectativa.
Trump también sugirió que Estados Unidos estaba “haciendo muchas cosas en Venezuela” de las que no se sabía y que no solo tenía un plan B en caso de que Nicolás Maduro se aferre al poder, sino también un “c, d, e y f”. Aunque el presidente Duque presentó su punto de vista desde una perspectiva más amplia y habló de la relación estratégica de ambos países en temas de interés como la lucha contra las drogas y el comercio, también hizo énfasis en la problemática venezolana.
Coincidió con Trump, por ejemplo, en que es un crimen no permitir el ingreso de la ayuda humanitaria y que ambos países seguirán trabajando para lograr que llegue la asistencia que tanto necesitan los venezolanos.