El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha expresado su preocupación por el escalado de violencia y desplazamiento en las regiones de Norte de Santander, Bolívar, y Arauca en Colombia. A través de sus delegaciones en Bucaramanga, Cúcuta y Saravena, el CICR ha estado trabajando activamente en estas áreas, enfrentando retos como el desplazamiento forzado, las secuelas de artefactos explosivos y las desapariciones.
Durante el 2023, Arauca ha experimentado un aumento en los actos violentos contra el personal de salud y ha registrado la cifra más alta de desapariciones vinculadas al conflicto armado y la violencia, con 79 casos documentados. Aunque el confinamiento ha disminuido en la región, la situación de seguridad sigue siendo grave.
Por otro lado, Norte de Santander se ha posicionado como una de las zonas con mayor número de afectados por artefactos explosivos, con un total de 50 víctimas este año, y ha visto un aumento del 46% en el desplazamiento masivo en comparación con el 2022.
En Bolívar, la cifra de desplazados masivos escaló dramáticamente, con un aumento del 93% respecto al año anterior, superando las 4,000 personas. De igual forma, el desplazamiento individual ha crecido un 94%, afectando a más de 12,000 personas.
Stephanie Eller, jefa de la subdelegación del CICR en Bucaramanga, ha expuesto la extrema vulnerabilidad de las comunidades en estas zonas, donde los civiles se encuentran atrapados en conflictos armados, con acceso limitado a recursos básicos y forzados a medidas extremas de autoprotección.