La ofensiva del sector moderado del laborismo contra su jefe de filas, Jeremy Corbyn, se tradujo el martes por la noche en la deserción de una octava diputada en las últimas 48 horas.
El diputado Joan Ryan, respresentante del escaño por Enfield North (norte de Londres), ha esgrimido principalmente el “sesgo antisemita” del liderazgo del Labour para justificar su abandono del partido y su pase a un nuevo grupo parlamentario independiente, difundió EL PAIS de España.
Militante laborista durante casi cuatro décadas, y antigua miembro del gabinete de Tony Blair, Ryan ha hecho suyas las mismas críticas a Corbyn (“no está preparado para dirigir el país”, ha dicho) que el pasado lunes ya forzaron el portazo de otros siete parlamentarios de la principal fuerza de la oposición. Los dimisionarios denunciaron también lo que consideran una pésima gestión de Corbyn ante el reto del Brexit, y su resistencia a intentar forzar un segundo referéndum sobre la cuestión europea.
La diputada, que es presidenta del grupo Amigos de Israel, ha sido especialmente dura a la hora de denunciar que el Partido Laborista se ha convertido, bajo la égida de Corbyn “y de la camarilla estalinista que le rodea”, en “institucionalmente antisemita”. Ryan denuncia la supuesta tolerancia de “una cultura de racismo antijudío”, y se ha declarado “horrorizada, consternada y enfadada” por la incapacidad del Labour de enfrentar el antisemitismo y “el abuso de los judíos con toda impunidad”.
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El gesto de Ryan ha vuelto a disparar las especulaciones sobre un hipotético proyecto de confluencia entre los sectores centristas del laborismo y de desafectos del Partido Conservador en el poder. Ninguno de los ocho diputados laboristas que acaban de abandonar el partido ha dicho contemplar por el momento la creación de un nuevo partido (su objetivo sería derribar a Corbyn como líder). Pero los analistas no descartan que un grupo de parlamentarios tories acaben enfrentándose a la primera ministra, Theresa May, para pasar a integrar también el nuevo grupo de independientes creado en la Cámara de los Comunes. Este sería el inicial punto de encuentro entre los desafectos de los dos grandes partidos que dominan la política británica, y cuyas respectivas tensiones internas han acabado aflorando en tiempos del Brexit.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/02/20/actualidad/1550650905_570249.html